Los grupos electrógenos han evolucionado hasta convertirse en verdaderas centrales eléctricas en miniatura. Existen modelos tan potentes que pueden abastecer fábricas, hospitales e incluso ciudades enteras en caso de emergencia.
Uno de los grupos electrógenos más grandes del mundo se encuentra en la isla de Ta’u, en Samoa Americana. Este sistema, compuesto por generadores de alta capacidad y almacenamiento en baterías, permite que la isla funcione sin conexión a la red principal.
Otro caso impresionante es el generador de la central eléctrica de Drax, en el Reino Unido, capaz de generar más de 3,9 gigavatios de energía con respaldo de generadores diésel en caso de fallas.
Estos gigantes de la energía son una muestra de cómo la tecnología sigue avanzando para garantizar el suministro eléctrico en cualquier condición, desde apagones urbanos hasta proyectos industriales de gran escala.