Los eventos masivos como conciertos, festivales y competencias deportivas requieren enormes cantidades de energía para iluminación, sonido, pantallas y equipos de producción. En muchos casos, la red eléctrica no es suficiente o no está disponible, por lo que se recurre a grupos electrógenos.
En un concierto, por ejemplo, se utilizan generadores de alta capacidad para alimentar el sistema de sonido, luces y efectos especiales. Estos equipos deben ser silenciosos y eficientes para no interferir con la experiencia del público.
En eventos deportivos como los Juegos Olímpicos o el Mundial de Fútbol, los organizadores instalan redes de grupos electrógenos para garantizar que no haya interrupciones en la transmisión, las cámaras y los sistemas de seguridad.
Además, los festivales al aire libre dependen completamente de generadores, ya que muchas veces se realizan en zonas alejadas. Gracias a estos equipos, es posible llevar espectáculos de gran magnitud a cualquier parte del mundo.