Los bancos y cajeros automáticos son parte fundamental de la economía moderna, ya que permiten realizar transacciones en cualquier momento. Sin embargo, un corte de energía podría dejar fuera de servicio estos sistemas, afectando a miles de usuarios.
Para evitar interrupciones, las entidades bancarias cuentan con grupos electrógenos de respaldo. Estos equipos entran en funcionamiento de manera automática cuando se detecta un fallo en la red eléctrica, asegurando que los sistemas de seguridad, cajeros y plataformas digitales continúen operando.
Además de garantizar la disponibilidad del dinero, los generadores protegen la seguridad del banco. En caso de un apagón, las alarmas, cámaras y puertas electrónicas podrían quedar inoperativas, aumentando el riesgo de robos. Con un suministro de energía ininterrumpido, se mantiene el resguardo de la institución y sus clientes.
Los grupos electrógenos utilizados en bancos suelen ser de carga crítica, diseñados para responder en segundos ante un corte eléctrico. Gracias a estos sistemas, los servicios financieros pueden seguir funcionando sin afectar a los usuarios ni comprometer la seguridad del dinero.