Los grupos electrógenos producen una gran cantidad de calor mientras operan. Sin un sistema de refrigeración adecuado, podrían sobrecalentarse y sufrir daños graves.
Existen dos tipos principales de refrigeración: por aire y por líquido. Los generadores pequeños suelen usar ventiladores para disipar el calor, mientras que los modelos más grandes emplean sistemas de enfriamiento con agua o refrigerante.
El mantenimiento del sistema de refrigeración es clave para evitar fallas. Se recomienda revisar periódicamente el nivel del refrigerante, limpiar radiadores y asegurarse de que los conductos de ventilación no estén obstruidos.
En climas extremos, los generadores pueden requerir sistemas de refrigeración adicionales para mantener un rendimiento óptimo. La eficiencia del enfriamiento influye directamente en la vida útil del equipo.