Los campamentos mineros se encuentran en lugares aislados, lejos de la infraestructura eléctrica convencional. Para garantizar el funcionamiento de sus operaciones y la calidad de vida de los trabajadores, los grupos electrógenos son esenciales.
Estos grupos electrógenos abastecen equipos de perforación, bombas, sistemas de ventilación, iluminación y viviendas del personal. Sin ellos, las actividades mineras serían imposibles, ya que requieren energía las 24 horas del día.
Dado el alto consumo energético en minería, se suelen emplear generadores diésel de gran capacidad que pueden operar en paralelo para mayor eficiencia. Además, algunas empresas están implementando sistemas híbridos con energía solar para reducir costos y minimizar el impacto ambiental.
La confiabilidad de estos grupos electrógenos es clave en la seguridad minera. Un fallo en el suministro eléctrico podría interrumpir operaciones críticas o poner en riesgo a los trabajadores en galerías subterráneas. Por ello, se prioriza un mantenimiento riguroso y el uso de grupos electrógenos de respaldo.