Un mito común es que los grupos electrógenos solo se utilizan en casos de emergencia, cuando hay un apagón. Si bien su función principal es actuar como respaldo, en realidad tienen muchas otras aplicaciones.
Por ejemplo, en la construcción, son la principal fuente de energía para operar maquinaria en lugares sin acceso a la red eléctrica. También se usan en la minería, la agricultura y hasta en la grabación de películas en locaciones remotas.
Además, muchas industrias utilizan generadores de manera continua para reducir costos de electricidad, especialmente en zonas con tarifas altas o problemas de suministro.
En conclusión, los grupos electrógenos no son solo una herramienta para emergencias, sino una solución versátil para diversas industrias que requieren energía confiable y constante.